
en medio de la arena
la dulzura reposa
con el arte de acariciar lo inexorablemente áspero
caminar en el arsenal de la mansedumbre
admirar con benevolencia a los monstruos
En una de esas, me eleva
y me hace su hijo
de los perros ladrando a los desconocidos hasta espantarlos
de los autos aislados, escapando de manos tendidas a la miseria
de los que se niegan a ver que somos alma, y no sombras:
de eso se trata la esclavitud
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